domingo, 27 de febrero de 2011

El Yona

Llevaba unos días dándole vueltas a una anotación sobre los distintos acentos dentro de la provincia de Cádiz. No sé si ocurrirá lo mismo en otras zonas de España, pero aquí en muchas ocasiones podemos identificar si el que nos habla es de Cádiz capital, de Jerez, o de la Sierra, por poner algunos ejemplos.
Esta mañana, de casualidad, he dado con una serie de mini-episodios de dibujos de producción casera realizados por Javi Osorio, y que están sirviendo en La Voz Digital para analizar de forma divertida cada una de las sesiones del Concurso de Agrupaciones del Carnaval del Cádiz.
Ambas cosas tienen relación porque el Yona, comparsista "que no veas como pía por arribita" y personaje principal de los sketchs, tiene un exagerado acento de la capital. Para acentuarlo, sus frases están reproducidas a mayor velocidad de la normal. Así y todo, conozco a gente que no le va a la zaga. La utilización masiva de localismos como "bastinasso" o "mojonasso" ayudan también a hacer más cómicas las crónicas.
Os recomiendo que veáis algún episodio, aunque a los que sois de fuera probablemente os costará pillar las bromas, pues son muy locales. Algunas de Puerta Tierra adentro. Los dibujos son muy básicos pero lo compensa la frescura y desparpajo de los guiones, muy de cadi-cadi.
Como ejemplo os dejo un episodio en el que el Jona despliega su sentimiento cofrade.


jueves, 24 de febrero de 2011

Tatuado



El otro día descubrí que la foto de perfil del feisbus era pública. O te mojas y pones una foto real, o no la pones. O como yo, haces una cosa intermedia. En realidad, una excusa como otra cualquiera para coger un rato la Bamboo.

martes, 22 de febrero de 2011

El hijo pródigo

Como casi todos los españoles de mi generación, fui educado dentro del cristianismo. De pequeño aceptas las cosas que te enseñan sin cuestionarlas, ya sea la composición del sistema solar o la fe en otra vida. No recuerdo muy bien a qué edad empecé a pensar por mí mismo, pero sí lo que lo motivó: la parábola del hijo pródigo.

No sé si la recordaréis. El hijo “malo” dilapida su parte de la herencia mientras el “bueno” se queda ayudando al padre. Cuando el “malo” vuelve con las orejas gachas, el padre lo agasaja, lo cual irrita a su hermano. El padre lo justifica con la lapidaria frase: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado." Lucas, 15, 1-3.11-32.

A mí aquello no me cuadraba. La enseñanza que yo sacaba de la historia era que convenía ser malo y arrepentirse a tiempo. Si eras bueno te tocaba currar como un negro y encima no hacían fiestas en tu honor. El que se tratase de una metáfora sobre el arrepentimiento de los pecadores fue lo que me incitó a preguntarme, por vez primera, si tenía sentido todo aquello que me estaban contando.

Es curioso. Ahora, cuestiones religiosas aparte, hubiera dado por buena la reacción del padre. Al parecer, el natural egoísmo de mi niñez me ayudó a madurar como persona.

lunes, 21 de febrero de 2011

Vuelta a lo sencillo

Este blog ha permanecido prácticamente con la misma plantilla desde su creación, hace más de cinco años. Era hora de cambiar.
No sé cómo quedará la plantilla definitiva, pero por ahora me decanto por lo más básico que se despacha. Me apena prescindir del dibujo que Ismo me regaló hace tiempo, pero no ha habido más remedio.
La simplificación también ha afectado al nombre del blog. No es que me guste mucho cómo ha quedado, pero tampoco tenía muchas opciones si no quería cambiar la url de la página. Por ahora nos vamos a quedar ahí.
Por último, también he cambiado el avatar. Le tenía cierto cariño al personaje, pero es momento de poner algo de tierra de por medio. Puestos a cambiar, qué más personal que el diseño que ya siempre irá conmigo a todas partes.
Acepto cualquier sugerencia que tengáis, ya sea para mejorar el aspecto o la comodidad de la lectura.

jueves, 17 de febrero de 2011

Adele, 21

Hace más de dos años reseñaba aquí la canción que acompañaba un anuncio de Heineken. Tired, que así se titulaba el tema, me sirvió para descubrir a Adele, una cantante de soul londinense tan jovencita como el título de su primer disco, 19, indicaba.

Como dijo aquel, la señorita Adkins tiene un no se qué que qué se yo. Aunque personalmente pienso que es muy guapa, su imagen está muy alejada de los estándares actuales de belleza. Tampoco son las letras, casi todas dedicadas al desamor. Pero hay algo en sus composiciones (pues ella es autora de música y letra) y sobre todo en su voz que engancha.

Como muestra, un botón. Hometown Glory.


Han pasado como digo dos años, y aunque sigue siendo muy joven, 21, Adele muestra en su segundo disco cierta madurez fruto sin duda de estos intensos años bajo los focos.

Si el primer disco me fascinó, el segundo, también titulado con su edad, no me ha defraudado para nada. Según dicen, la cantante británica se ha trasladado al sur de los Estados Unidos para beber en las fuentes del soul y el rithm and blues. Como crítico musical no valgo un pimiento, así que no sé si es cierto o no. Lo único que sé es que llevo un par de semanas dándole pasadas y más pasadas con el iPod.

Os dejo con el vídeo de la canción que más está sonando ahora, Rolling in the Deep.




PD: Trivia ¿Cuántas infracciones de la Ley Sinde contiene esta anotación?

lunes, 7 de febrero de 2011

Enredados

Este fin de semana asistimos al estreno de Enredados (Tangled), la última película de Disney. No esperéis aquí una reseña completa. En general me gustan las producciones animadas de Disney y esta no ha sido una excepción. El que el guión se cargue el cuento de los hermanos Grimm es lo de menos. Los fallos de argumento son contrarrestados por la perfección técnica, unos personajes muy logrados (especialmente la malvada Gothel) y una banda sonora bastante redonda.
El motivo de comentar la película aquí es uno de los personajes secundarios: Pascal. ¿Y qué le hace merecedor de tal atención? Pues que se trata de un camaleón.
Ya sabéis mi predilección por estos simpáticos animales. Así que me tiré media película buscando al pequeño Pascal en cada secuencia en la que podía estar presente.

Lástima que hagan uso en varias ocasiones del tópico del mimetismo con el ambiente como recurso cómico del personaje. Ya hemos dicho aquí que el cambio de color del camaleón obedece ordinariamente a modificaciones en su estado de ánimo; algo que solo se refleja en la escena del "casi beso" en el lago.
Sea como fuere, el personaje es simpaticote, y ya el hecho de que Disney lo saque del anonimato es positivo. En una escena el protagonista masculino, Flint, se refiere a él como a una rana, siendo corregido por su partenaire Rapunzel. Eso sí, espero que la película no provoque que más gente quiera tener camaleones como mascotas. Su sitio es la naturaleza.
Otro aspecto positivo es que gracias al merchandising de Disney por fin voy a tener una figurilla de un camaleón en mi mesa.

SPOILER AHEAD!. Y ahora una anécdota de humor fino. La historia gira en torno al pelo de Rapunzel, el cual tiene mágicos poderes de curación que se pierden si se cortan. En el momento cumbre de la película Gothel hiere de muerte al chico. Rapunzel ofrece fidelidad a su madrastra a cambio de permitirle curarlo, pero este prefiere morir y por sorpresa le corta el cabello. En este instante de gran carga emocional, me moría por gritar: ¡Rapunzel, Rapunzel, prueba con los pelos del chochoooooooo!
No sabía si el público infantil que nos rodeaba entendería la broma o quedarían todos traumatizados de por vida, así que me conformé con susurrarlo al oído de Lunaria. Y con contároslo a vosotros ahora, claro está :)

miércoles, 2 de febrero de 2011

¡Tumba la bombona, Maríaaaaaa!

De un tiempo a esta parte ando metido en el negocio de la seguridad industrial. Es por ello que me ha llamado la atención un comentario en la columna de opinión del periódico local Viva Cádiz de hoy.
En “Virgencita: que me quede como estoy”, de Alberto Matilla, el periodista hace un paralelismo entre el hecho de que no se da importancia a la salud hasta que se pierde, con la situación de crisis en la que vivimos. Ahora han cambiado las prioridades, y cito al autor “Volvemos a estar pendientes de las rebajas, de los saldos, mirando los céntimos de los precios, tumbando la bombona del butano para aprovecharla, [...]”
Lo que me chirriado es esto último. Está en el acervo colectivo que si se tumba la bombona se apura más. Lo raro es que no pasen más accidentes. Tumbar la bombona lo que puede causar es que parte del gas pase directamente al quemador en su fase líquida, escapando sin quemarse y por lo tanto creando una atmósfera potencialmente explosiva, o por lo contrario prender provocando una gran llamarada.
Habrá quien diga que siempre lo hace y nunca le ha pasado nada. Yo también lo hice una vez, cuando no sabía el peligro que corría, y no salté por los aires. Todo es cuestión de probabilidades.
Ya que estamos con los ahorros, lo más acertado para el que quiera aprovechar el butano del calentador cuando ya no caliente es pasarlo a la cocina, ya que este aparato necesita menos presión. Si es de gas, claro.

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