No sé si os habréis dado cuenta que en este tiempo nos inundan con anuncios de productos y servicios para evitar la caída del cabello. El otro día estaba rascándome la cabeza, una costumbre muy fea que tengo, porque ni me pica ni nada, cuando me di cuenta que varios pelillos habían caído sobre la mesa. De inmediato se me vino a la mente el anuncio de Svenson. ¿Cuál? Este:
Naturalmente me entró el canguelo por quedarme más calvo que Mortadelo, y me dirigí a una farmacia en busca de un producto anticaída. La farmacéutica se apiadó de mí y me dijo que no me preocupara, que es tiempo de muda y es normal que se caiga el cabello. En efecto, a varios de mis amigos y familiares les estaba pasando lo mismo.
Así funciona la publicidad, amigos. Lo mismo que el turrón se anuncia en navidad, el otoño es tiempo de spots de cuidado capilar.
Este descubrimiento ha inspirado mi penúltimo Toy Malatesta. Allá va (pinchar en el dibujo para ampliar).
Nota del T:
Carajote: Localismo andaluz. Persona tonta.
Su origen se debe a que, en la época cuando los barcos eran veleros, al tripulante que se ponía un poco pesado se le mandaba al carajo (parte alta del mástil). Allí el individuo se mareaba y se quedaba atontado.
Extraído del blog Las manzanas dulces